Los antecedentes
La historia del Real Oviedo en
los inicios del siglo XXI ha sido realmente convulsa, una fatídica mezcla de
fracaso deportivo e institucional dio con los huesos del equipo de la capital del
Principado en la Tercera División, un pozo del que no fue sencillo salir nada
menos que en dos ocasiones.
El primer punto álgido llegó en el
año 2003, el club estaba contra las cuerdas y las voces que vaticinaban una
inminente desaparición eran cada vez más numerosas. El enemigo estaba en casa,
el Ayuntamiento se sacó de la manga el “proyecto ilusionante” del Oviedo ACF y
los verdaderos oviedistas reaccionaron, al margen de cuestiones políticas,
centrando sus miras en el entonces alcalde Gabino de Lorenzo. Pero como dice un
fragmento de la versión del “Like a Hurricane”de Bob Dylan que el grupo
ovetense “Babylon Chat” dedicó al club azul, “el veneno sirvió para curarte”;
la reacción popular fue contundente y quienes no abandonaron al Oviedo en
Tercera dieron todo un ejemplo de amor a unos colores y de lucha por su
supervivencia, surgía el “espíritu de 2003”.
Pancarta desplegada en la eliminatoria de Copa ante el Athletic (8/12/2011) |
Las penurias deportivas e
institucionales volvieron a formar una mezcla explosiva tres años después. Tras
un año de transición ya en Segunda “B”, la temporada 2006/2007 fue horrible, el
descenso a Tercera fue un duro varapalo que truncaba de raiz el resurgimiento
del equipo carbayón. Mientras, en los despachos se producía una ampliación de
capital que tenía como resultado la entrada como accionista mayoritario del
Grupo Control Sport Siglo XXI, con el empresario ovetense Alberto González al
frente. Este personaje, en cuyo “currículum” se encuentra la desaparición del
histórico Naranco de balonmano, comenzó un mandato repleto de despropósitos
económicos y deportivos, haciendo méritos para convertirse en el nuevo “enemigo
número 1”. La afición
volvió a reaccionar y convirtió el “Alberto Vete Ya” en el grito de guerra de
los últimos años, con independencia de las idas y venidas en lo deportivo
(nuevo ascenso a Segunda B en 2009) y lo institucional (sucesión de presidentes
y de rumores en torno a la compra de acciones y a la viabilidad económica de la
sociedad).
Los días clave
Con el equipo relativamente
asentado en Segunda “B” pero sin llegar a consolidarse como candidato claro al
ascenso en los dos últimos años, la temporada 2012/2013 comenzaba con una buena
noticia, la constitución de un nuevo Consejo de Administración con Toni Fidalgo
al frente y un grupo de consejeros mayoritariamente apoyado por el entorno. Era
el momento de poner las cuentas al día y sacar los trapos sucios, el trabajo
iba a ser duro, mientras tanto, Alberto en busca y captura, y no es un símil,
es la triste realidad.
Los caprichos legales
determinaron que noviembre de 2012 se convirtiese en el mes clave, si la
entidad no reunía una cifra cercana a los 2 millones de euros antes del día 17
entraría en causa de disolución –días después, los resultados de la auditoría
de cuentas del pasado ejercicio permitían rebajar el límite hasta 1.143.000
euros-.
Desde el primer día de la apertura
del plazo para nuevos accionistas la afición oviedista se movilizó intensamente.
Las colas en las oficinas eran la tónica día tras día y allí se podía encontrar
gente de todo tipo, desde la niña que rompía su hucha hasta el abuelo que
dejaba su billete sin pedir nada a cambio, pasando por el parado que dejaba
unas monedas que no cubrían ni siquiera los 10,75 euros de una acción.
Por una vez todos los grupos
políticos se pusieron de acuerdo en algo y mostraron públicamente su apoyo al
Oviedo, así como multitud de instituciones y de empresas ovetenses y regionales
de diversos sectores, incluso clubes deportivos en situación económica delicada
como el Oviedo Baloncesto o el Oviedo Moderno colaboraron. No hay que olvidar
tampoco la aportación de los propios futbolistas del club y de ex jugadores,
desde los más modestos hasta los más destacados a nivel internacional -Mata,
Cazorla, Michu, Adrián-, así como de otras figuras con cierta repercusión
social como el ciclista Samuel Sánchez o el cantante Melendi.
Por otra parte, la tremenda
influencia de Internet y las redes sociales se vio reflejada con creces. La
campaña #SOSRealOviedo fue un éxito rotundo y trascendió más allá de las
fronteras asturianas y españolas; en ello tuvo mucho que ver el periodista Sid
Lowe, aficionado oviedista desde su estancia en la ciudad como “Erasmus”, el
inglés realizó una encomiable labor de difusión y fue uno de los principales
culpables de que el sentimiento oviedista llegase no sólo a las islas
británicas o el resto de Europa occidental, sino también a lugares más
insospechados como Nueva Zelanda, China, Hong Kong, Malasia, Tailandia, Ghana,
México, Estados Unidos, Rusia… Un buen ejemplo es el de una seguidora de los
Portland Timbers de la MLS, que llegó a tatuarse el escudo del Oviedo
celebrando la compra de más de 100 acciones por parte de los seguidores de su
equipo.
Los dirigentes aprovecharon el
tirón y trabajaron sin descanso buscando inteligentes alternativas, como la
creación de la web www.yosoyelrealoviedo.com
y la apertura de una cuenta en Paypal para facilitar la compra on-line –todo un
éxito pues se llegó a reunir medio millón de euros por esta vía. Las peñas
también se portaron, como era de esperar, organizando fiestas, subastas y todo
lo que estaba en su mano para sumar.
Unos 8.000 aficionados se manifestaron por la supervivencia |
Resultó inevitable que la prensa
nacional se hiciera eco de lo que estaba aconteciendo, sobre todo durante la
semana decisiva, tras la concentración masiva que tuvo lugar el domingo 11
aprovechando la visita del Real Madrid “C”, un partido que se pudo ver
en MarcaTV, lo que no impidió la presencia de 20.000 aficionados en el Tartiere.
El equipo de Florentino Pérez también fue protagonista, al donar 100.000 euros
al Ayuntamiento, un gran gesto, como el de
algunos jugadores del segundo filial que aprovecharon también para
aportar su granito de arena.
Siguiendo con el entorno afín al
madridismo, que vaya por delante no es santo de mi devoción, también destacó la
cobertura realizada por el programa “Punto Pelota”, con reportajes, suscripción
de acciones y propagación de campaña, dando a conocer la situación a la
importante audiencia de esta especie de “Sálvame” en versión futbolera.
Pero quizá el momento más
significativo en cuanto a la prensa deportiva se refiere tuvo lugar la noche
del 10 de noviembre, cuando desde el programa Tiempo de Juego de la COPE se
hizo una llamada en plan de broma a uno de los lugartenientes del magnate
mexicano Carlos Slim, el hombre más rico del mundo según la revista Forbes. El
imitador astorgano Dani Martínez se puso en la piel de Emilio Butragueño para
pedirle ayuda para el Oviedo a Arturo Elías Ayub, yerno de Slim; el empresario
mexicano se lo tomó con buen humor y de paso quedó bien informado de lo que se
estaba viviendo en la capital asturiana. Nunca sabremos el grado de influencia
que este hecho tuvo en el desenlace final, pero está claro que algo ayudó, en
ello tuvo mucho que ver el periodista ovetense y oviedista Marcos López.
Podríamos decir que Marcos ayudó
a rematar el trabajo que inició Sid y que entre medias surgió la inestimable
colaboración de 20.000 anónimos que dejaron atrás por un momento los problemas
cotidianos y dejándose llevar por su corazón azul compraron acciones de forma
desinteresada, siendo los verdaderos artífices de la salvación de su “Oviedín”
del alma. Gracias a todos y cada uno de ellos, las cuentas salieron y el cebo para un gran inversor estaba perfectamente tendido.
La web del club mostró su gratitud a los aficionados con este banner |
No hay comentarios:
Publicar un comentario