20/11/12

Especial ampliación de capital Real Oviedo (I)



Los antecedentes

La historia del Real Oviedo en los inicios del siglo XXI ha sido realmente convulsa, una fatídica mezcla de fracaso deportivo e institucional dio con los huesos del equipo de la capital del Principado en la Tercera División, un pozo del que no fue sencillo salir nada menos que en dos ocasiones.

El primer punto álgido llegó en el año 2003, el club estaba contra las cuerdas y las voces que vaticinaban una inminente desaparición eran cada vez más numerosas. El enemigo estaba en casa, el Ayuntamiento se sacó de la manga el “proyecto ilusionante” del Oviedo ACF y los verdaderos oviedistas reaccionaron, al margen de cuestiones políticas, centrando sus miras en el entonces alcalde Gabino de Lorenzo. Pero como dice un fragmento de la versión del “Like a Hurricane”de Bob Dylan que el grupo ovetense “Babylon Chat” dedicó al club azul, “el veneno sirvió para curarte”; la reacción popular fue contundente y quienes no abandonaron al Oviedo en Tercera dieron todo un ejemplo de amor a unos colores y de lucha por su supervivencia, surgía el “espíritu de 2003”.

Pancarta desplegada en la eliminatoria de Copa ante el Athletic (8/12/2011)
Las penurias deportivas e institucionales volvieron a formar una mezcla explosiva tres años después. Tras un año de transición ya en Segunda “B”, la temporada 2006/2007 fue horrible, el descenso a Tercera fue un duro varapalo que truncaba de raiz el resurgimiento del equipo carbayón. Mientras, en los despachos se producía una ampliación de capital que tenía como resultado la entrada como accionista mayoritario del Grupo Control Sport Siglo XXI, con el empresario ovetense Alberto González al frente. Este personaje, en cuyo “currículum” se encuentra la desaparición del histórico Naranco de balonmano, comenzó un mandato repleto de despropósitos económicos y deportivos, haciendo méritos para convertirse en el nuevo “enemigo número 1”. La afición volvió a reaccionar y convirtió el “Alberto Vete Ya” en el grito de guerra de los últimos años, con independencia de las idas y venidas en lo deportivo (nuevo ascenso a Segunda B en 2009) y lo institucional (sucesión de presidentes y de rumores en torno a la compra de acciones y a la viabilidad económica de la sociedad).



Los días clave

Con el equipo relativamente asentado en Segunda “B” pero sin llegar a consolidarse como candidato claro al ascenso en los dos últimos años, la temporada 2012/2013 comenzaba con una buena noticia, la constitución de un nuevo Consejo de Administración con Toni Fidalgo al frente y un grupo de consejeros mayoritariamente apoyado por el entorno. Era el momento de poner las cuentas al día y sacar los trapos sucios, el trabajo iba a ser duro, mientras tanto, Alberto en busca y captura, y no es un símil, es la triste realidad.

Los caprichos legales determinaron que noviembre de 2012 se convirtiese en el mes clave, si la entidad no reunía una cifra cercana a los 2 millones de euros antes del día 17 entraría en causa de disolución –días después, los resultados de la auditoría de cuentas del pasado ejercicio permitían rebajar el límite hasta 1.143.000 euros-.

Desde el primer día de la apertura del plazo para nuevos accionistas la afición oviedista se movilizó intensamente. Las colas en las oficinas eran la tónica día tras día y allí se podía encontrar gente de todo tipo, desde la niña que rompía su hucha hasta el abuelo que dejaba su billete sin pedir nada a cambio, pasando por el parado que dejaba unas monedas que no cubrían ni siquiera los 10,75 euros de una acción.

Por una vez todos los grupos políticos se pusieron de acuerdo en algo y mostraron públicamente su apoyo al Oviedo, así como multitud de instituciones y de empresas ovetenses y regionales de diversos sectores, incluso clubes deportivos en situación económica delicada como el Oviedo Baloncesto o el Oviedo Moderno colaboraron. No hay que olvidar tampoco la aportación de los propios futbolistas del club y de ex jugadores, desde los más modestos hasta los más destacados a nivel internacional -Mata, Cazorla, Michu, Adrián-, así como de otras figuras con cierta repercusión social como el ciclista Samuel Sánchez o el cantante Melendi.

Por otra parte, la tremenda influencia de Internet y las redes sociales se vio reflejada con creces. La campaña #SOSRealOviedo fue un éxito rotundo y trascendió más allá de las fronteras asturianas y españolas; en ello tuvo mucho que ver el periodista Sid Lowe, aficionado oviedista desde su estancia en la ciudad como “Erasmus”, el inglés realizó una encomiable labor de difusión y fue uno de los principales culpables de que el sentimiento oviedista llegase no sólo a las islas británicas o el resto de Europa occidental, sino también a lugares más insospechados como Nueva Zelanda, China, Hong Kong, Malasia, Tailandia, Ghana, México, Estados Unidos, Rusia… Un buen ejemplo es el de una seguidora de los Portland Timbers de la MLS, que llegó a tatuarse el escudo del Oviedo celebrando la compra de más de 100 acciones por parte de los seguidores de su equipo.

Los dirigentes aprovecharon el tirón y trabajaron sin descanso buscando inteligentes alternativas, como la creación de la web www.yosoyelrealoviedo.com y la apertura de una cuenta en Paypal para facilitar la compra on-line –todo un éxito pues se llegó a reunir medio millón de euros por esta vía. Las peñas también se portaron, como era de esperar, organizando fiestas, subastas y todo lo que estaba en su mano para sumar.

Unos 8.000 aficionados se manifestaron por la supervivencia
Resultó inevitable que la prensa nacional se hiciera eco de lo que estaba aconteciendo, sobre todo durante la semana decisiva, tras la concentración masiva que tuvo lugar el domingo 11 aprovechando la visita del Real Madrid “C”, un partido que se pudo ver en MarcaTV, lo que no impidió la presencia de 20.000 aficionados en el Tartiere. El equipo de Florentino Pérez también fue protagonista, al donar 100.000 euros al Ayuntamiento, un gran gesto, como el de algunos jugadores del segundo filial que aprovecharon también para aportar su granito de arena.

Siguiendo con el entorno afín al madridismo, que vaya por delante no es santo de mi devoción, también destacó la cobertura realizada por el programa “Punto Pelota”, con reportajes, suscripción de acciones y propagación de campaña, dando a conocer la situación a la importante audiencia de esta especie de “Sálvame” en versión futbolera.

Pero quizá el momento más significativo en cuanto a la prensa deportiva se refiere tuvo lugar la noche del 10 de noviembre, cuando desde el programa Tiempo de Juego de la COPE se hizo una llamada en plan de broma a uno de los lugartenientes del magnate mexicano Carlos Slim, el hombre más rico del mundo según la revista Forbes. El imitador astorgano Dani Martínez se puso en la piel de Emilio Butragueño para pedirle ayuda para el Oviedo a Arturo Elías Ayub, yerno de Slim; el empresario mexicano se lo tomó con buen humor y de paso quedó bien informado de lo que se estaba viviendo en la capital asturiana. Nunca sabremos el grado de influencia que este hecho tuvo en el desenlace final, pero está claro que algo ayudó, en ello tuvo mucho que ver el periodista ovetense y oviedista Marcos López.

Podríamos decir que Marcos ayudó a rematar el trabajo que inició Sid y que entre medias surgió la inestimable colaboración de 20.000 anónimos que dejaron atrás por un momento los problemas cotidianos y dejándose llevar por su corazón azul compraron acciones de forma desinteresada, siendo los verdaderos artífices de la salvación de su “Oviedín” del alma. Gracias a todos y cada uno de ellos, las cuentas salieron y el cebo para un gran inversor estaba perfectamente tendido.

La web del club mostró su gratitud a los aficionados con este banner

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