“Un partido menos”
Enésima decepción azul en un partido sin control, marcado
por la “auto expulsión” de David Alba a
la media hora.
Decir que la afición del Oviedo no gana para disgustos ya
resulta bastante recurrente, la tarde de ayer vivimos un nuevo episodio
calamitoso, la mayoría lo hicimos ante la televisión y sólo menos de medio
centenar de valientes lo sufrieron “in situ”. Los azules cayeron por primera
vez en el único feudo gallego en el que en los últimos tiempos habían cosechado
buenos resultados, está claro que Galicia no se le da nada bien a un equipo al
que le restan dos visitas: Santiago y Ferrol…
Robles optó por dar cancha a Cervero y colocó a Héctor Simón
junto a Salva Rivas en el doble pivote, poco tardó el delantero en responder,
haciendo el primer tanto tras una buena jugada de Señé en el minuto 3. Diego
controló, se dio la vuelta y disparó colocado ante la pasividad de la defensa
del Coruxo, que pese al golpe reaccionó de inmediato y no tardó ni cinco minutos
en igualar tras una falta sacada desde la izquierda por Cristóbal que el
central Alberto remataba a gol casi sin querer, con la defensa oviedista a uvas
y tres atacantes libres de marca.
El inicio deseado por los visitantes se fue convirtiendo
poco a poco en un calvario, al empate inmediato y al empuje local posterior hay
que añadir necesariamente un hecho que marcó el resto del partido, la expulsión
de David Alba, que ya tenía amarilla, por una entrada desmesurada en una zona
sin peligro, una acción incomprensible por parte de un jugador al que se le
presupone cierta experiencia. El Coruxo siguió a lo suyo, dominando y generando
peligro, mientras que el Oviedo pedía a gritos la llegada del descanso, sobre
todo después de encajar el segundo gol tras un disparo de Rafa Mella bien repelido
por Pol Freixanet, cuyo rechace cazaba sin oposición Mateo Míguez, que definía
con tranquilidad para poner por delante a los suyos.
Fue en el descanso cuando el Oviedo movió ficha para
recomponerse tras quedar en inferioridad, el sacrificado fue un inoperante
Héctor Simón, volviendo Salva Rivas al medio tras jugar unos minutos como
central, ocupando Álvaro Cuello su posición y desplazándose David Fernández al
lateral. No quedaba otra que arriesgar y el Oviedo lo hizo, pero el Coruxo,
bastante nervioso en defensa, iba a contar con muchos espacios que iban a
permitir a sus atacantes moverse como pez en el agua en las contras; así
sucedió en el minuto 52, Rafa Mella culminaba un contragolpe tras recibir el
pase de Mateo y aumentaba la ventaja local, olía a goleada…
No obstante la reacción oviedista llegó de inmediato, la
pelea aérea de Cervero –el recurso más utilizado en la tarde de ayer- habilitó
a Susaeta para lanzar un disparo desde la derecha que Fernando no ataja, el
rechace le cae a Señé y hace el 3-2. Una jugada en la que intervinieron los
tres futbolistas más destacados por parte ovetense, partícipes de las acciones
más peligrosas en los minutos siguientes, destacando un cabezazo desviado de
Cervero y un disparo de Señé en jugada personal que se marchó fuera por poco.
La réplica la había tenido antes Mateo, que estrelló un balón en el travesaño a
media hora del final.
Poco después Sergio Díaz –me pregunto si no hay un chaval en
el filial que lo haga igual o mejor- dejaba su puesto a Alain, que corrió y
peleó mucho pero sin demasiado sentido, pasando el Oviedo a jugar con tres
defensas y aprovechando el Coruxo para comenzar a perder tiempo con caídas y
cambios, sin olvidarse de buscarle las cosquillas a la poco poblada defensa
rival, como hicieron Pedro Vázquez y Rafa Mella en sendos disparos que repelió
un acertado Pol. Un libre indirecto de Pardo detenido por Fernando y la ya
citada acción de Señé fueron los últimos cartuchos de un Oviedo que no agotó el
tercer cambio -Sergio García podría haber sido una opción- y no tuvo más “chances”
en los seis minutos de prolongación, los locales se mostraron más serenos que
en minutos anteriores y certificaron una victoria importantísima en su lucha
por la salvación, seguro que su capitán Antúnez se fumó un cigarrillo para
celebrarlo…
Muy poco margen de error le queda al Real Oviedo para poder
optar a un puesto de playoff, el sábado en San Lázaro primera final, en caso de
obtener un mal resultado habrá que encomendarse al santo como hacen ciertos
miembros del gobierno para arreglar la situación. Hasta hace bien poco el
“partido menos” se veía con optimismo y como oportunidad para sacar ventaja,
ahora pronto se convertirá en “un partido más”, la jornada 38 apunta a ser un
calvario para el oviedismo y el hecho de que queden tres partidos en casa
(filiales de Celta y Sporting y Caudal), pese a los buenos números en el último
mes, no se sabe realmente si será bueno o malo.
FICHA DEL PARTIDO
Miércoles, 2 de abril de 2014. O Vao, unos 500 espectadores.
Partido correspondiente a la jornada 25 que se aplazó el 9 de febrero por el
mal estado del terreno de juego.
Coruxo 3.- Fernando; Cristóbal, Alberto
García, Costas, Aitor Aspas; Moscardó, Antúnez; Pedro Vázquez (David Campos
’87), Mateo (Pardavila ’71), Cifuentes; Rafa Mella (Chaco ’74)
Oviedo 2.- Pol; David Alba, David Fernández,
Pardo, Sergio Díaz (Alain Arroyo ’64); Salva Rivas, Héctor Simón (Álvaro ’46);
Susaeta, Annunziata, Señé; Diego Cervero
Goles: 0-1, Cervero ‘3; 1-1, Alberto
García ‘6; 2-1, Mateo ’39; 3-1, Rafa Mella ’52; 3-2, Señé ‘54
Árbitro: Miguel Sánchez-Seco Otero, comité
madrileño, amonestó a los locales Alberto García, Moscardó, Cifuentes y Pedro
Vázquez y a los visitantes Álvaro y Señé. Expulsó por doble amarilla al
visitante David Alba.
Fotos: Coruxo FC
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