23/12/12

18ª Jornada: Real Oviedo-Marino

Crónica: Jorge Pérez
Fotos: Jonás Sánchez (rofc1926.blogspot.com)

El Real Oviedo venció con neta superioridad al Marino, ampliando a tres su racha de victorias consecutivas y aupándose al segundo puesto de la tabla clasificatoria. Los azules están logrando desplegar su mejor juego de la temporada, mostrando sus credenciales, ahora ya sí, como equipo serio y temible aspirante a todo.



Sarriugarte volvió a dejar en la grada a Josep Señé y en el banquillo a Manu Busto, en beneficio de Javi Casares, al que colocó de nuevo en la mediapunta. El veloz atacante andaluz fue un auténtico incordio para la defensa marinista, constituyendo el exponente máximo del ataque azul, tan incisivo como carente de acierto.

Los locales salieron concentradísimos, yendo a por el partido desde el minuto uno, cuando ya crearon la primera ocasión clara ante la meta de Rafa Ponzo, quien contó con los postes y el larguero como sus mejores aliados. El Oviedo interpretaba muy bien la defensa adelantada del Marino, buscando el último pase en profundidad, abriendo el esférico a las bandas y entrando también por el centro. El juego rápido y vertical minimizaba el lamentable estado del terreno de juego, aunque Pascual no se olvidó de tocar con cierto criterio el balón y Galder Cerrajería ejerció de mariscal de campo, cortando y creando por igual, combinando varios patrones de juego que desarbolaban completamente al Marino. El balón se movía, llegaba con claridad a las bandas de Xavi Moré e Iker Alegre, rapidísimo este último y disfrutando de su momento más dulce de la temporada. Diego Cervero peinaba, controlaba o asistía a sus compañeros, creando un monólogo de peligro constante que el equipo de Quirós no era capaz de desquitarse.


Pero los minutos transcurrían y el gol, por diversas circustancias, no llegaba al marcador. Javi Casares lo intentó hasta en seis oportunidades, tres de ellas clamorosas, pero todos sus disparos llevaban pólvora mojada. La ocasión más clara se produjo en el minuto 26 cuando un saque largo de Dani Barrio fue peinado por Cervero para dejar en franquía el gol al ex del Alavés, quien con todo a su favor, estrelló el balón en el poste ante la mirada de un ya batido Rafa Ponzo. El Marino quería, pero no podía, quiso maniatar al Oviedo jugando en poco espacio, pero fue incapaz de hacer otra cosa que defenderse. Las contras no se producían, Juanma se encontraba muy solitario en ataque y solamente el buen hacer de Adrián Cruz y Alex Arias mantenían vivo a su equipo, aunque sin ninguna pegada.

Sin embargo, los peores momentos para el Marino aún estaban por llegar. En el minuto 42 un disparo de Galder Cerrajería es interceptado con las manos por José Angel, lo que le supuso al defensa visitante la segunda cartulina amarilla y por lo tanto la expulsión. La peligrosísima falta se botó sin consecuencias, ya que el violento disparo de Iker Alegre fue frenado por la barrera. Una ocasión más a las que sumar, perdiéndose ya la cuenta y demostrando que no solo era Javi Casares el encargado de fallarlo todo.

Quirós recompuso a su equipo en la segunda mitad dando entrada a Saavedra por Diego, renunciando definitivamente al ataque para pasar a ser un descarado frontón, confiando en que la falta de acierto rematador del Oviedo continuara y quizá esperando alguna milagrosa salida a la contra o algún error defensivo. Pero el equipo carbayón en superioridad numérica no iba a estar por la labor y salió igual de enchufado a los segundos cuarenta y cinco minutos. De nuevo otra declaración de intenciones en el minuto uno de la reanudación, con Javi Casares rematando al larguero un gran centro de Iker Alegre. El balón no quería entrar y el andaluz a buen seguro, va a soñar con este partido.

Diego Cervero protagonizó el tercer poste o larguero de la noche, en otro remate claro. Los azules acumulaban ocasiones y desaciertos por igual y la grada ya comenzaba a intranquilizarse ante la posibilidad real de que el partido finalizara sin goles. Moré disparó en un par de acciones, Pascual lo intentaba por el centro con sus habituales "misiles" -hasta tres en la segunda mitad- pero todo era en vano. La entrada de Manu Busto no mejoró al equipo, ya que el cántabro se mostró apático y fuera de forma, genio y figura siempre el diez carbayón. Tampoco las modificaciones marinistas, con Luis Cuenca y Pablo Hernández cambiaron el signo del partido, hasta que por fin, en el minuto 69 Diego Cervero logró batir a Rafa Ponzo con un disparo seco y bien dirigido. Era el justo premio a la insistencia ofensiva.




Los minutos finales fueron los más emocionantes por la estrechez del marcador, pero los más aburridos futbolísticamente hablando. El Oviedo trataba de contemporizar, acusando ya el esfuerzo realizado, sobre todo sus extremos, jugando con sus últimos cambios, durmiendo el partido, tocando sin arriesgar, haciendo correr a un rival en inferioridad y el Marino no contaba con efectivos suficientes como para tan siquiera llegar a las inmediaciones de un inédito Dani Barrio.

El partido murió con ese pírrico y corto 1-0, si bien el Oviedo en esta ocasión fue muy superior y mereció mucho más. Merecidas vacaciones para los azules, a tiro de piedra del liderato, recuperando juego, puntos y sensaciones, mientras que el Marino permanece en una zona tranquila, propia de un equipo serio, ordenado, trabajador y que compite muy bien.



FICHA DEL PARTIDO

Sábado, 22 de diciembre de 2012. Estadio Nuevo Carlos Tartiere, 7800 espectadores.

Real Oviedo 1.- Dani Barrio, David Fernández, Baquero, Mantovani, Álvaro Cuello; Xavi Moré, Pascual, Cerrajería, Iker Alegre (Iván Rubio ’85); Javi Casares (Manu Busto ’85), Diego Cervero (Óscar Martínez ’90)

Marino de Luanco 0.- Rafa Ponzo, Omar, José Ángel, Castaño, Guaya; Espolita, Adrián Cruz; Diego (Saavedra ’46), Alex Arias, Robert (Luis Cuenca ’55); Juanma (Pablo Hernández ’66)

Gol: Diego Cervero ‘69

Árbitro: López Rodríguez, del comité gallego. Amonestó al local Cerrajería y al visitante Adrián Cruz. Expulsó por doble amarilla al marinista José Ángel en el minuto 42.

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