El Real Oviedo consiguió un meritorio
triunfo en un campo complicado como es el de O Vao. Tras una de las mejores
primeras partes del conjunto carbayón como visitante esta temporada, los
coruxistas fueron más peligrosos en la segunda pero la fortuna sonrió en esta
ocasión a los azules, que sumaron tres puntos muy valiosos.
El campo estrecho y encharcado no
fue un obstáculo para que el Oviedo intentase llevar la iniciativa desde el
primer momento, los visitantes salieron enchufados ante un rival agazapado pero
acostumbrado a representar a la perfección el papel de “lobo con piel de
cordero”. De hecho, la primera llegada con peligro la protagonizaron los
locales antes de cumplirse los primeros diez minutos, con un cabezazo de Samuel
que atrapó Dani Barrio.
Con Casares en la mediapunta y
Xavi Moré e Iker Alegre en los costados, el Oviedo incordiaba bastante a la
replegada defensa de un Coruxo que no se atrevía a salir con demasiados
efectivos al ataque y trataba de contener las arremetidas de Iker y Xavi por ambas
bandas. El primer aviso llegó con un disparo de Alegre que tocó en un defensa y
se fue a córner, corría el minuto 27 de partido y el dominio del Oviedo se
acrecentaba por momentos, atacando con velocidad y determinación y sin pasar
apuros defensivos.
Las jugadas de estrategia, como
era de esperar, fueron claras protagonistas del partido en ambas áreas. Fue el
Oviedo el que estuvo a punto de sacar partido de alguna de ellas en el último
cuarto del primer periodo. Primero fue Baquero quien rozó el gol en un saque de
esquina desde la derecha, el balón peinado por el andaluz se marchó fuera por
poco; en el minuto 39 era Diego Cervero el que avisaba con un nuevo testarazo
que no encontró puerta gracias a la meritoria actuación del jóven guardameta
Cristian. El Coruxo, por su parte, apenas volvió a pisar el área ovetense con
peligro, exceptuando un lanzamiento de Iosu Villar que se fue a la derecha de
Dani Barrio.
Terminaba la primera parte con
buen sabor de boca para los azules pero sin goles. La segunda comenzó con los
papeles cambiados, fue el Coruxo quien salió con más brío y el Oviedo no se
parecía demasiado al de los primeros 45 minutos. No obstante, los primeros en
perforar la meta contraria serían los visitantes, en el 52 Xavi Moré botaba un
corner desde la izquierda, el balón pasaba por las cabezas de David y Baquero y
Cervero, de espaldas a la portería y con un escorzo marca de la casa terminaba
introduciendo el cuero en la red.
El Coruxo no dudó en lanzarse con
decisión a por el empate, tanto por su propio impulso como por el nerviosismo e
inseguridad que pareció transmitir el Oviedo desde el mismo momento en que se
adelantó en el marcador. La primera llegada clara se fue para dentro, un
servicio desde la izquierda del capitán Antúnez lo remataba libre de marca y en
posición dudosa el “9”
Samuel. Eran los peores momentos para el Oviedo, que pasó del 0-1 a estar a merced del rival y ver
peligrar incluso el empate; el ex del Oviedo y del Sporting Yago tuvo la mejor
oportunidad con un cabezazo que desbarató Dani Barrio; el primer cuarto de hora
del segundo acto estaba siendo de lo más intenso.
Pero justo cuando más dominaban
los locales volvió a aparecer un enrachado Diego Cervero, que cabeceaba en el
65 de forma inapelable un centro desde la izquierda de Iker Alegre y nos obsequiaba
con una de sus curiosas celebraciones, esta vez a lo “Chiquito de la Calzada”.
El equipo carbayón aprovechó de la mejor manera posible los huecos que comenzaba a dejar
el Coruxo en defensa y encontró en ese tanto un bálsamo importante para
afrontar con algo más de tranquilidad los últimos minutos.
Antonio Gómez se vio forzado a
realizar dos cambios por los problemas físicos de Freire y Yago y no encontró
alternativas en su banquillo; Sarriugarte, por su parte, no hizo gala esta vez
de su talante conservador y optó por hacer cambios de “hombre por hombre”,
buscando refresco y sin cambios posicionales relevantes. Uno de los
incorporados, Manu Busto, pudo sentenciar con un disparo con la zurda en el 84;
los vigueses buscaban el empate con más corazón de cabeza y a medida que
avanzaba el tiempo encerraban más en su campo al Oviedo, que aunque no dio precisamente
una lección sobre cómo defender las jugadas a balón parado salió airoso del
arreón final y logró mantener el resultado, al igual que hizo hace quince días el
Marino de Luanco, que precisamente será quien rinda visita al Carlos Tartiere
el próximo Sábado para cerrar el año futbolístico en la capital del Principado.
FICHA DEL PARTIDO
Domingo, 16 de diciembre de 2012.
O Vao, 500 espectadores.
Coruxo 1.- Cristian; David Campos, Yago Yao (Yago Pérez ’72),
Adrián Pazó, Alex Freire (Abenza ’30); Antúnez, Alberto García; Rafa Mella,
Iosu Villar, Centrón (Cano ’76); Samuel
Real Oviedo 2.- Dani Barrio; David Fernández, Mantovani, Baquero,
Álvaro Cuello; Aitor Sanz, Cerrajería; Xavi Moré (Javi Cantero ’93), Javi
Casares (Aquino ‘80), Iker Alegre (Manu Busto ‘70); Diego Cervero
Goles: 0-1, Cervero ’52; 1-1, Samuel ’55; 1-2, Cervero ‘65
Árbitro: López Puerta, asistido por Revuelta Cruzado y Gutiérrez
Borjabad, del colegio madrileño. Amonestó a los locales Cristian y Samuel y a
los visitantes Iker Alegre, Aitor Sanz, Casares, Álvaro Cuello y Xavi Moré.
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