Punto final
Se acabó el calvario, los menos
de 5.000 valientes que hicieron acto de presencia ayer en el Tartiere
despidieron la temporada del Oviedo entre pitos, como no podría ser de otra
manera. El partido pareció un amistoso en la primera parte y fue un intercambio
de golpes sin mucho sentido en la segunda; dos defensas endebles no concedieron
más que un gol por cada bando y los ataques protagonizaron varias llegadas con
escaso “punch”.
Abraham adelantaba a los
visitantes y contenía respetuosamente su celebración pero la alegría caudalista
fue efímera pues Cervero igualaba de cabeza poco después. Los locales tuvieron
más llegadas que un Caudal que dio la sensación de no querer ir decididamente a
por el partido y no aprovechó la relajación del Oviedo en los minutos
finales. La tuvo el conjunto mierense en el último suspiro con un mano a mano
de Jorge que desbarató Pardo rozando el penalti pero el marcador no se movió.
La situación de cara a la última
jornada no es precisamente favorable para los de Tomé, con 36 puntos, obligados
a ganar al Guijuelo y esperar la derrota en Ourense de la SD Logroñés (38
puntos), que les tiene ganado el average particular.
El hecho de que Oviedo y Caudal
hayan firmado su sentencia ante equipos asturianos debe considerarse como
puramente anecdótico, los deméritos ya vienen de mucho antes. Bien es cierto
que al Caudal le queda vida, algo que no podrían decir los de Mieres en caso de
no haber sumado en el último suspiro dos puntos ante el Sporting B y uno en
Avilés.
En cuanto al Oviedo, nunca hubo
tanto tiempo para planificar la próxima campaña, casi cuatro meses tiene por
delante el club para definir un proyecto que trate de romper con los errores
del pasado y siente las bases para la vuelta al fútbol profesional. Joaquín Del
Olmo es el brazo armado del Grupo Carso y afronta su primera temporada completa
con mucho trabajo por delante en varios frentes.
No volver a hacer quince
fichajes, “asturianizar” el bloque, ir dando paso a la cantera siendo
conscientes de que no salen jugadores de la noche a la mañana son algunas de
las premisas de las que se debería partir, sin olvidar el tema del entrenador. No
parece que Róber Robles vaya a seguir, aunque hay otros que son bastante más
culpables que parecen tener el puesto asegurado, con mención especial para un
Carmelo del Pozo que en mi modesta opinión debería de irse cuanto antes.
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