Triunfo sin brillo del Oviedo, lo
bueno los tres puntos que le devuelven a la cuarta plaza en un discreto partido
ante un rival débil, pero que tuvo ocasiones lo suficientemente claras como para
merecer un mejor resultado.
Horario poco habitual y peor
entrada de la temporada para asistir al reencuentro del Real Oviedo con la
victoria tras estar tres encuentros sin marcar y conseguir únicamente un punto.
Tercer partido consecutivo en el que los azules dejan la puerta a cero en casa,
quizá una de las pocas notas positivas de un equipo que como se lee y se oye
últimamente “no tiene alma”.
En la primera mitad vimos lo poco
salvable del equipo de Robles, que por fin pudo sentarse en el banquillo tras
cumplir sus sanción y presentó un once bastante ofensivo al menos “a priori”,
forzado por las numerosas bajas. La entrega de insignias de oro a los socios
con 50 años de antigüedad y el sentido homenaje al aficionado Marcos del Agua,
uno de los tripulantes fallecidos del siniestrado Santa Ana, dieron paso a un
partido soso en el que lo mejor del Oviedo se vio en la primera mitad.
Los locales apenas se acercaron
al área en el primer cuarto de hora, justo cuando la S.D. Logroñés empezó a
soltarse y dispuso de una buena ocasión con un tiro cruzado flojo de Toledo
desde la zona derecha del área. Reaccionó el conjunto azul con un lanzamiento
de Salva Rivas y tuvo la suerte de encontrar el gol a los 23 minutos, un balón
rechazado por la defensa le cae a Sergio García, que opta por disparar de
primeras desde fuera del área, desviando Alain Arroyo lo justo para despistar a
Mandaluniz y hacer el único gol del partido.
El propio Alain pudo hacer el
segundo poco después con un remate de cabeza que se marchó fuera tras servicio
de Susaeta a pierna cambiada. Un tiro cruzado de David Alba y un centro a las
nubes de un limitado Sergio Díaz tras buena combinación con Señé fueron los
principales acercamientos de un Oviedo que terminó el primer acto con un buen
susto, una doble ocasión a balón parado de los riojanos que Pol desbarató con
acierto, impidiendo que el cabezazo de Tamayo y el posterior rechace a los pies
de Alcántara se convirtiesen en el gol del empate.
La segunda mitad fue de lo peor
de la “era Robles”, como el propio técnico reconoció en rueda de prensa. Pronto
se recurrió a Cervero como alternativa pero el equipo no funcionó en ataque y
apenas inquietó a un rival bastante limitado. El único que parecía querer tirar
del carro fue Susaeta pero no encontró con quién asociarse; el eibarrés se
ubicó en una posición más centrada y terminó renqueante.
La S.D. Logroñés fue animándose y
el Oviedo terminó asediado y metido atrás, los riojanos tuvieron el empate en
sus manos pero en el minuto 81 se vio un ejemplo de sus limitaciones, una
internada de Javi Torres por la izquierda acaba con un pase atrás con defensa y
portero descolocados, la pelota le queda franca para Mario León que en lugar de
rematar parece despejar, cuando tenía todo a favor para marcar.
Finalmente el 1-0 no se movió
pero las sensaciones no son positivas para los carbayones. El técnico
visitante, el mítico “Tato” Abadía, vino a afirmar algo que no parece
descabellado, que este Oviedo “tiene jugadores pero no tiene equipo”. El
periplo por Galicia que comienza este miércoles a las 18 horas en O Vao puede
ser decisivo para el devenir del equipo; dos buenos resultados darán
tranquilidad, sumar menos de 4 puntos puede ser preocupante para afrontar la
pelea final.
FICHA DEL PARTIDO
Sábado, 29 de marzo de 2014.
Estadio Carlos Tartiere, 6.226 espectadores.
Real Oviedo 1.- Pol Freixanet; David Alba, Pardo, David Fernández,
Sergio Díaz; Salva Rivas; Sergio García (Cervero ’64), Susaeta (Sergio
Rodríguez ’89), Annunziata, Señé; Alain Arroyo (Capelete ‘80)
SD Logroñés 0.- Mandaluniz; José Ignacio (Mario León ’55), Moya,
Metola, Alcántara; Iñaki Toledo (Del Puente ’76), Fran Sota, Óscar Loza,
Laencina; Candelas (Javi Torres ’55), Tamayo
Goles: 1-0, Alain Arroyo ‘23
Árbitro: José Emilio Sánchez Aparicio, comité catalán, amonestó a
los locales David Fernández, Salva Rivas, Pardo y Annunziata y a los visitantes
Loza y José Ignacio.
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