25/2/13

Jornada 26: Real Oviedo-Rayo Vallecano B



Triunfo agónico del Oviedo en un partido complicado dentro y fuera del terreno de juego, si se puede llamar así a la maltrecha superficie sobre la que debe jugarse cada quince días en el municipal ovetense. Los locales fueron recibidos con más pitos que aplausos y en varios momentos se oyeron voces críticas pidiendo la dimisión del entrenador.

El filial rayista, tercero por la cola, se presentó con nada menos que once bajas entre sanciones y lesiones, incluyendo a tres juveniles en la convocatoria, pero en los primeros minutos fue quien mejor se adaptó al patatal del Tartiere. Los azules, agarrotados y carentes de fluidez, intentaban llevar la iniciativa pero no podían; un disparo de Íker Alegre bien detenido por Isma fue su única aproximación con cierto peligro en el primer cuarto de hora.

Si las cosas ya estaban feas peor se pusieron con el 0 a 1 superados los veinte minutos, Perea botaba una falta desde la izquierda y el central Gabri cabeceaba a la red completamente libre de marca, con la defensa oviedista más pendiente de pedir fuera de juego que de controlar a los rematadores vallecanos. El Oviedo, que no recibía un gol en cancha propia desde finales de noviembre, trató de reaccionar sin éxito, concentrando el juego más por el centro, el protagonismo ofensivo recayó en los andaluces Javi Casares y Pepe Díaz, que tuvieron sendas opciones para conseguir el empate. También Héctor Simón probó fortuna con un par de golpeos lejanos, el primero en un rechace y el segundo tras botar una falta; aunque la oportunidad más clara del tramo final del primer tiempo la tuvo el visitante Perea, con un disparo desde la frontal que se marchó alto.


En la segunda mitad los carbayones intentaron abstraerse de los pitos y la zozobra y salieron con más brío, aunque el Rayo no dejaba de rondar el área, traduciendo casi todas sus llegadas en amenazadoras situaciones a balón parado. Un posible penalti de Gabri sobre Pepe Díaz en el 50 pareció despertar definitivamente a los locales, que empujaron en busca del empate; el pequeño delantero cordobés, improvisado “9”, volvió a intentarlo con un derechazo a la hora de partido y dos minutos más tarde obtuvo su premio, su disparó botó de forma extraña en uno de los numerosos tapines y despistó al portero rayista dando lugar al tanto del empate. El barro se alió con el Oviedo en esa jugada y unos instantes antes, cuando Nono y Dalmau desaprovechaban una contra que pudo desbaratar Dani Barrio gracias a que el balón se quedó atascado.

Los visitantes no acusaron demasiado el golpe y tras sufrir un par de arremetidas locales, con Pepe Díaz de nuevo como protagonista, buscaron dar un nuevo zarpazo sin encerrarse demasiado. Fue de nuevo Alberto Perea quien rondó el gol con un golpe franco bien despejado por Dani Barrio, el jugador rayista demostró por qué es uno de los canteranos que ya está entrando en los planes del primer equipo desde la pasada temporada.

El último cuarto de hora fue de claro color local, los cambios dieron algo de aire a un equipo que tiró de coraje para culminar la remontada. Javi Cantero rozó el tanto con un cabezazo a la salida de un córner, también probaron suerte Xavi Moré –más activo en la segunda parte- con un chut desde la derecha y un recuperado Cerrajería. La enésima falta sobre Pepe Díaz daba lugar al borde del tiempo reglamentario a una nueva ocasión, pero Fran Sol no estuvo acertado; el empate parecía definitivo hasta que llegó un gran barullo en el área en el primer minuto de descuento que terminó en penalti sobre el propio Pepe Díaz. A Xavi Moré no le tembló el pulso y se resarció del fallo de Tenerife, celebrando con rabia un gol que equivalía a tres puntos bálsamicos que permiten al Oviedo recuperar la segunda plaza.

Sarriugarte salvó el pellejo, aunque tiene a una buena parte de la afición en su contra; la postura que adoptó en la rueda de prensa post-partido fue ultradefensiva a más no poder, insistiendo en que ser primero no es el objetivo para un equipo que sólo se ha metido una vez en playoff en los últimos años. Da la sensación de que con esta estrategia el técnico vasco trata de reavivar un debate que busca ocultar otros temas, como el de la pérdida de puntos ante los rivales de perfil más bajo, que pueden costar no sólo la primera plaza sino la clasificación entre los cuatro primeros, pues no olvidemos que hay un grupo de 5-6 equipos apretando y que promete dar guerra hasta el final.

FICHA DEL PARTIDO

Domingo, 24 de febrero de 2013. Estadio Carlos Tartiere, 5.650 espectadores.

Real Oviedo 2.- Dani Barrio; David Fernández, Mantovani (Cantero ’60), Baquero, Álvaro Cuello; Aitor Sanz, Héctor Simón (Cerrajería ’72); Xavi Moré, Javi Casares, Íker Alegre (Fran Sol ’60); Pepe Díaz

Rayo Vallecano “B” 1.- Isma; Owusu, Gabri, Alcañiz, Mario; Cuerva, Nana; Nono, Jorge Saez, Perea (Nanclares ’80); Dalmau (Juanito ’86)

Goles: 0-1, Gabri ’21; 1-1, Pepe Díaz ’62; 2-1, Xavi Moré (p) ‘92

Árbitro: López Parra, del comité cántabro. Amonestó a los locales Mantovani y Álvaro y a los visitantes
Gabri, Nono, Alcañiz y Owusu.

Fotos: realoviedo.es

1 comentario:

  1. Objetiva, certera y perfectamente clarificadora, una vez más, la crónica correspondiente al encuentro disputado por el Real Oviedo. A todos nos gustaría emplear otro tipo de discurso, pero tras un período bastante correcto coincidente con la época navideña, el equipo ha vuelto a las andadas de la mediocridad. Y esconderlo no sería lo adecuado.

    En Alcalá y en las Islas, las dos derrotas son inaceptables. Un equipo que aspira a la solidez no puede comportarse así lejos del Tartiere.

    Y en casa las cosas no cambian demasiado, aunque al menos los chicos lo dan todo y se esmeran en un terreno de "juego" impracticable. Contra el filial rojiblanco madrileño, se estuvo más cerca de perder que de ganar. Esa contra que milagrosamente fallan y que habría finiquitado el partido, dio paso a la afortunada reacción oviedista. Con un campo así no se puede llegar lejos y con un rendimiento tan pobre, tampoco. El penalty es dudosillo.

    De todas formas, el pundonor del equipo es encomiable. La tristeza la seguimos teniendo en el banquillo, con un entrenador a la defensiva en las ruedas de prensa e incapaz de sacarle el rendimiento máximo a este buen grupo de jugadores.

    El Tenerife se escapa definitivamente. Queda ir paso a paso y luchar por recuperar sensaciones y buen juego que nos acerquen al playoff en las mejores condiciones posibles.

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