Intenso duelo en el barrizal del
Tartiere entre dos de los pesos pesados de la categoría que hicieron lo que
buenamente pudieron sobre un terreno en pésimo estado. Las tablas no satisfacen
ni al Oviedo, que vé como el Tenerife vuelve a escaparse a 7 puntos, ni al
Salamanca, a cinco puntos del cuarto y con muchos rivales con los que luchar
para recortar distancias.
Los locales fueron quienes más lo
intentaron en la primera media hora, llevando el peso del partido ante un rival
bien colocado pero que apenas lograba salir con firmeza en busca del área
contraria. El portero charro Raúl Moreno estuvo acertado en las primeras
arremetidas ovetenses; primero detuvo abajo un lanzamiento lejano de Diego
Cervero y poco después, en el minuto 12, reaccionaba perfectamente ante el
cabezazo de Álvaro, no pudiendo el propio Cervero cazar el rechace.
El Oviedo buscaba las bandas, en
las que además el terreno de juego no estaba tan maltrecho, pero el Salamanca
defendía con ayudas y sacaba sin demasiados problemas los balones que lograban
enviar tanto Xavi Moré como Íker Alegre, que volvió a hacer gala de su
velocidad hasta que le duró la “gasolina”. Por el centro era un bullicioso Pepe
Díaz, titular por primera vez, quien más
se movía en busca de la jugada que rompiese a la defensa, pero fue un invitado
inesperado el que tuvo más cerca el gol, corría el minuto 25 cuando Lucien
Owona soltó un zapatazo con el exterior desde 30 metros que casi limpia las
telarañas de la meta salmantina, Raúl Moreno volvió intervenir con acierto en
lo que fue la ocasión más clara de los azules en la primera mitad.
Muy pocas llegadas tuvo el
Salamanca en los primeros 45 minutos, una floritura de Igor en la banda derecha
rondando el minuto 20 fue de lo poco destacable junto con un par de saques de
esquina botados por el provocador De Lucas. Estos dos futbolistas fueron, junto
a Borja y Moreira, los únicos que buscaron la portería de Dani Barrio con
cierto peligro y fue precisamente el guineano el que dio el susto en un barullo
en el área carbayona rondando el descanso.
Esa última llegada salmantina fue
un avance de lo que ocurriría en un segundo periodo en el que, bajo una lluvia
intensa y constante, los visitantes pisaron bastante más el área rival. El
Oviedo atacaba para la zona en la que el césped estaba en mejor estado pero no
lo supo aprovechar y fue el Salamanca el primero en iniciar el intercambio de
golpes con un remate peligroso de Igor en el 51. Poco después, la lesión de
Cerrajería fue un serio contratiempo para el los locales, aunque su relevo,
Héctor Simón, pudo convertirse en héroe del partido, pues en el minuto 64 el
catalán estrelló en el poste un buen lanzamiento de falta desde la frontal. No
tardó el Salamanca en dar la réplica con un cabezazo del mediocentro defensivo
portugués Joao Faría en el 70.
Hablando de cabezazos y de postes,
el remate con la testa de Álvaro Cuello en el 76 fue prácticamente la última
acción clara de peligro por parte local; la pelota golpeó en el palo y se
perdió fuera, en un momento en el que el partido estaba bastante roto. Había
varios candidatos a abandonar el campo por el lógico cansancio y el elegido fue
Pepe Díaz, que dio paso a un Javi Casares que apenas tuvo opciones de
revolucionar el ataque en los últimos minutos; lo mismo se puede decir de Fran
Sol, que reemplazó a un tocado Cervero a diez minutos del final. El Oviedo
terminó atascado física y mentalmente y no pudo aprovechar los espacios que fue
dejando un Salamanca al que pareció afectarle menos el cansancio en el último tramo.
Los de Gorka Etxebarría,
terminaron “muriendo en el área rival” -parafraseando al ex técnico azul
Pacheta-, a los 83 minutos el recien incorporado Javi Hernández era derribado
por David dentro del área pero el colegiado no señaló un penalti que desde la
grada pareció bastante claro. Un minuto después era de nuevo Faría el que
concluía la jugada tras un saque de esquina con un remate alto y a escasos
minutos para la conclusión dos acciones embarulladas volvían a dar el susto a
la parroquia local: primero una nueva caída en el área de Víctor que vio la
amarilla por simular y después un trallazo de Zubiaurre que se estrelló en el
cuerpo de David, cumplidor como central en el puesto del sancionado Baquero.
Ya en el descuento, la única
respuesta del Oviedo fue tratar de colgar balones pero no tuvo éxito, pese a
todo no hay nada que reprochar a los azules por su esfuerzo en un terreno tan
poco propicio para jugar al fútbol, faltó una pizca de suerte para conseguir un
premio mayor; una conclusión a la que se podría llegar en términos idénticos si
analizamos el partido desde la óptica del Salamanca.
FICHA DEL PARTIDO
Domingo, 10 de febrero de 2013.
Estadio Carlos Tartiere, 7.630 espectadores, con presencia de unos 400
aficionados salmantinos.
Real Oviedo 0.- Dani Barrio; Owona, Mantovani, David Fernández,
Álvaro; Aitor Sanz, Cerrajería (Héctor Simón ‘51); Xavi Moré, Pepe Díaz (Javi
Casares ‘71), Iker Alegre; Diego Cervero (Fran Sol ‘77)
Salamanca 0.- Raúl Moreno; Zubiaurre, José Rodríguez, José Ángel,
Raúl Fuster; David Lázaro (Víctor Andrés ‘85), Joao Faría; De Lucas (Javi Hernández
‘70), Moreira (Rubén García ‘79), Borja Sánchez; Igor de Souza
Árbitro: Hermosilla Alaña, del colegio riojano. Amonestó a los
locales Aitor Sanz y Owona y a los visitantes Joao Faría, Zubiaurre, De Lucas y
Víctor Andrés.
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