Triste punto de inflexión
El “derbi” ante el filial del
eterno rival ya es doloroso de por sí para los oviedistas en los últimos
tiempos, si a ello unimos que el equipo de la capital del Principado ha dado
más disgustos que alegrías en estos enfrentamientos la cosa adquiere tintes de
calvario. Eso mismo es lo que está pasando la afición azul un año tras otro y
lo peor es que una temporada más las perspectivas no son nada halagüeñas.
A todo ello contribuyen partidos
como el de ayer, donde el Oviedo ofreció una de sus peores versiones
precisamente en la cita en la que resulta más desagradable fallar, algo
parecido a lo sucedido el pasado año el día de Reyes. Este año el carbón se ha
adelantando y llegó en el puente de diciembre, lo hizo de forma cruel, con dos
goles en el descuento de cada parte que demuestran nuevamente la falta de
concentración defensiva y de oficio de un equipo sin rumbo y sin un entrenador
que sepa enderezarlo. Enfrente un rival que se dejó la piel y que acabó con
cuatro juveniles sobre el campo.
Y es que Granero sigue empeñado
en no reconocer los errores propios, duele casi más escuchar sus ruedas de
prensa que ver a los jugadores que supuestamente prepara deambular por el
campo. A la espera de lo que suceda en la junta de accionistas del día 26 no
sería extraño ver al valenciano hacer las maletas antes de fin de año, lo que
confirmaría que los proyectos del club en los últimos años van de enero a
diciembre y no de septiembre a junio.
La inestabilidad está a la orden
del día, como inestable fue el inicio de partido del Oviedo en El Molinón. Los
locales salieron mucho mejor posicionados y se encontraron cómodos desde el
primer momento, presionando bien la salida de balón y saliendo con peligro en
cuanto podían, Jony fue el principal estilete en los primeros minutos y ya en
el 2 sirvió un balón que Yacine remató erróneamente. Los mismos protagonistas
intervinieron en un doble intento anulado por fuera de juego en el 11.
Las dificultades del Oviedo para
sacar la pelota controlada tenían como resultado o bien balones regalados a la
defensa rojiblanca o bien peligrosas pérdidas en la línea de tres cuartos. El
bagaje ofensivo fue pobre, un cabezazo alto de Pardo y un tiro alto de Iván
Rubio tras sendos córners y un disparo cruzado de Enero que se marchó rozando
el palo con suspense en el minuto 36, en lo que fue la mejor combinación
ofensiva de los azules en el partido. Lo peor llegó en el minuto de descuento,
Juan Mera se plantó en el área, superó sin problemas a Álvaro y centró para que
Pablo Pérez la empujara a la red con el pecho, mazazo al filo del descanso y
cuando el Oviedo estaba con diez, pues Annunziata estaba en la banda tras pisar
mal y sufrir un percance en la rodilla derecha que no le impidió continuar.
Poco cambió en el segundo acto,
un dudoso gol anulado a Yacine dio paso a unos minutos sin dueño, con un Oviedo
que parecía estar jugando como si gozase de una ventaja holgada en el marcador.
La enésima pérdida en campo propio dio lugar a un disparo de Zambrano que se
marchó por el lateral de la red y pareció despertar a ambos contendientes a
falta de veinte minutos; de hecho en el 71 Susaeta recibía un balón largo en la
derecha y se sacaba un gran disparo con la zurda que se colaba ajustado al
palo, el Oviedo lograba el empate casi sin hacer nada y poco después tenía otra
opción con un disparo flojo de Sergio García tras servicio de Señé.
La ligera mejoría visitante en el
tramo final no se tradujo en llegadas claras, el filial rojiblanco estaba
cansado y ya no contaba con sus principales “motores” ofensivos, Jony y Pablo
Pérez, pero el Oviedo no se fue con decisión a por la victoria, la tuvo Señé en
una acción cerca del área pequeña en el 82 pero poco más, exceptuando un saque
de esquina rematado alto por Sergio García.
El aviso del triste final llegó
justo cuando se cumplía el tiempo, Orlando repelió acertadamente un disparo de
Yacine y fue el Sporting quien terminó “muriendo en el área rival”, pues en el
último minuto de los tres de descuento un balón desde la derecha era recogido por
Juan Mera en el lado contrario –la pelota se perdió por la línea de fondo pero
la acción continuó- y convertido en gol por él mismo tras una brillante acción
con dribbling y ejecución con un fuerte chut con la izquierda, todo ello ante
la pasividad de la defensa carbayona.
Final horrendo para los
oviedistas y estallido de júbilo en el estadio gijonés, el 2 a 1 deja al
Sporting B en la zona templada y hace bajar al Oviedo al sexto puesto, a seis
puntos del líder y a uno del playoff. El último partido del año será en Mieres,
donde a buen seguro acudirá de nuevo una nutrida representación de aficionados
oviedistas, mientras siguen preguntándose qué han hecho para merecer esto.
FICHA DEL PARTIDO
Domingo, 8 de diciembre de 2013.
Estadio El Molinón, 6.852 espectadores, con presencia de más de 500
aficionados carbayones.
Sporting “B” 2.- Dennis;
Alberto, Julio, Jorge Meré, Álex Menéndez; Guitián, Zambrano (Rachid ‘75); Juan
Mera, Pablo Pérez (Guille ‘65), Jony (Álvaro Bustos ‘69); Yacine
Real Oviedo 1.- Orlando
Quintana; David Alba, Pardo, David Fernández, Álvaro Cuello; Salva Rivas, Iván
Rubio (Señé ’53); Susaeta (Héctor Simón‘88), Annunziata (Sergio García ‘65),
Eneko; Alain Arroyo
Goles: 1-0, Pablo Pérez ’46; 1-1, Susaeta ’71; 2-1, Juan Mera ‘93
Árbitro: Aitor Gorostegui Fernández-Ortega, amonestó a los locales
Pablo Pérez, Yacine y Guitián y a los visitantes David Alba, Señé, Salva Rivas,
Susaeta y Alain.
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