Victoria estratégica
El Real Oviedo consiguió su
primera victoria en esta liga como local, no sin sufrimiento, en un partido
trabado en el que de nuevo salieron a relucir algunos de los defectos y de las
virtudes que está mostrando el equipo azul en estos inicios de temporada.
Como sucedió hace 15 días la
primera llegada clara la protagonizó el equipo visitante, con un disparo de
Javi Rodríguez desde la zona derecha del área que rechazaba Orlando en el
segundo minuto de partido; esta vez el susto fue por partida doble pues dos
minutos después una situación parecida terminó con un fuerte disparo de Julen
Iriarte que volvió a rechazar el portero canario.
Tras la “empanada” inicial que
debe corregirse el Oviedo tomó el mando del encuentro y pronto creó peligro,
con un Eneko muy activo en la izquierda; una acción del zaragozano en el minuto
9 terminaba con un doble chut de Susaeta que se estrellaba primero en un
defensa y en el portero al segundo intento. Señé fue el elegido para ocupar el
hueco del lesionado Alain y trató de generar jugadas con rapidez, conduciendo
entre líneas y buscando algún pase o alguna combinación que sorprendiera a la
rocosa defensa riojana; el problema fue que los visitantes taparon bien esa
zona y no se cortaron a la hora de hacer faltas, quedando esa vía prácticamente
inutilizada. El mediapunta catalán sufrió en sus carnes la dureza defensiva del
rival rondando el minuto 20, cuando recibió un codazo de Garrido -el único
central que no marcó- que no tuvo ningún tipo de sanción.
La ocasión más clara para el
Oviedo en todo el partido la tuvo Cervero en el 23, con un cabezazo tras centro
de Susaeta que se perdió fuera; una jugada en las que no suele perdonar el
“doctor”, que se enfrentaba a su ex equipo. Pero quien dio primero en la diana
fue el correoso equipo rojiblanco, un saque de esquina botado por Javi
Rodríguez en el minuto 40 era rematado sin oposición por el central Gil, que
anotaba su segundo gol en liga y daba ventaja a los suyos. Se llegaba al
descanso con la afición local mosqueada, en parte con el árbitro –bastante malo
como ya ha demostrado en otras de sus visitas a Asturias- y también con portero
y defensa por el gol encajado; sin duda los de Granero tienen trabajo por
delante para pulir defectos a la hora de defender las jugadas a balón parado,
desde el jugador número uno al número once tienen que ponerse las pilas en este
aspecto.
El segundo tiempo comenzó con la
U.D. Logroñés más replegada y recurriendo a una picaresca más propia de los
últimos minutos de partido, perdiendo tiempo a la mínima oportunidad, parando
el partido con faltas e imponiendo un ritmo letárgico cuando tenían el balón.
Los azules no se vinieron abajo, siguieron fieles a su estilo y compitiendo con
intensidad, esperando una oportunidad que por suerte para ellos llegó pronto;
una falta botada por Eneko en el minuto 56 era cabeceada por David Fernández,
el central se encontró con una fantástica respuesta del meta Miguel, que en
cambio no pudo hacer nada para evitar un segundo remate con el pie que dio lugar
al empate.
A partir de entonces el encuentro
cogió más ritmo gracias al empuje local, una pared entre Señé y Cervero
concluía con una gran definición de Eneko al fondo de la red pero la jugada
quedó anulada por un fuera de juego muy justito. Los visitantes estaban tocados
y en el minuto 62 iban a recibir un misil directo a su línea de flotación,
Eneko y Susaeta acariciaron el cuero en un libre indirecto que Pardo golpeó con
virulencia, convirtiendo el 2 a
1 con un derechazo desde más de 30
metros que dejo boquiabierto a más de uno.
Con el marcador volteado
cambiaron las tornas, ahora era el Oviedo el que buscaba dormir el partido y lo
consiguió sin demasiados sobresaltos. Los cambios sentaron casi mejor a los
locales, aunque uno de los recambios ofensivos de Raúl Llona, Omar, se revolvió
bien en el minuto 75 y su disparo lejano pareció despertar a los riojanos, que por
otra parte pudieron quedar sentenciados en el 84 tras una bonita jugada finalizada
con un tiro de Sergio García por debajo de las piernas de Miguel que se fue a
córner por poco, aunque el colegiado no lo vio y resolvió la situación
decretando saque de puerta y tarjeta para el atacante zamorano.
El Oviedo parece condenado a
sufrir en los últimos minutos pero al menos en esta ocasión manejó el partido
con bastante inteligencia y no pasó excesivos apuros. El balón parado terminó
decidiendo un choque en el que los locales propusieron más cosas y se llevaron
un justo premio pese a no llegar a practicar un juego brillante. Otro paso más,
coliderato y a seguir partido a partido y puliendo defectos.
FICHA DEL PARTIDO
Domingo, 15 de septiembre de
2013. Estadio Carlos Tartiere, 8.250 espectadores.
Real Oviedo 2.- Orlando
Quintana; David Alba, David Fernández, Pardo, Sergio Rodríguez; Héctor Simón, Jon
Erice; Susaeta (Annunziata ’87), Señé (Salva Rivas ’79), Eneko (Sergio García
’72); Diego Cervero
UD Logroñés 1.- Miguel; Ormazábal, Gil, Garrido, Sergio Martínez;
Moisés (Omar ’70), Goñi; Javi Rodríguez, Ibai (Domínguez ’80), Ubis (Nando
’63); Iriarte
Goles: 0-1, Gil 40’ ;
1-1, David Fernández 56’ ;
2-1, Pardo 62’
Árbitro: Emilio José Costas Soto, delegación gallega, amonestó a
los locales Sergio García y Jon Erice y a los visitantes Moisés, Ubis, Iriarte
y Goñi.
Fotos: elcomercio.es
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