La tan cacareada crisis se nota
en todos los sectores y el fútbol no podía ser menos, lejos quedan los tiempos
en los que los fichajes de invierno ocupaban páginas y páginas. Si además
hablamos de la categoría de bronce del fútbol español la cosa no está para
muchas alegrías, aún así algo hubo que llevarse a la boca sobre todo en los
últimos días.
Pocos movimientos en Asturias, el
Caudal se lleva la palma casi
obligado por su situación clasificatoria y algún que otro problema físico de
larga duración. La llegada a última hora de Abraham y Naya permite reunirse de nuevo a esta pareja que tuvo sus
buenos momentos en Avilés hace bien poco. La salida de Abraham de Avilés estaba cantada aunque se hizo de
rogar, el avilesino tenía ofertas de fuera de Asturias pero se decantó por
seguir cerca de casa; su ya ex equipo no ha movido ficha aunque podría hacer
una incorporación al disponer de una plaza libre en una plantilla que se queda
bastante corta de efectivos, más teniendo en cuenta las salidas de los
canteranos Piquero y Jairo Casal.
En cuanto al Oviedo, cero movimientos, bien por escasez de medios económicos
bien por no asumir riesgos innecesarios. Se intentó con Joselu pero ni el
jugador ni el Compostela lo pusieron fácil; también sonó el central Pablo Marí
y se apuntó que Salva Rivas y Sergio Rodríguez se irían, pero al final nada de
nada. La baja de Jairo Caballero en el filial sportinguista y la llegada de un
ex de dicho filial a Luanco, Raúl Rodrigo, son lo poco destacable del resto de
clubes del Principado.
Fuera de nuestra Comunidad,
destaca la pequeña “sucursal asturiana” que ha montado el técnico Marco Díaz en
el reflotado Noja. La salida masiva
de jugadores, cansados de no cobrar, ha sido cubierta con chavales de perfil
más modesto pero con ganas de foguearse en la categoría; sus vecinos de Tanos
se han limitado a retocar ligeramente la defensa, la clave para salir del pozo
será seguir trabajando desde la modestia. Por seguir un orden geográfico nos
tocaría ahora hablar de un Racing en el que las salidas no han sido finalmente
tan numerosas como se esperaba, la perla Koné
seguirá hasta final de temporada y junto a él algunos futbolistas “tocados” por
Quique Pina como Juanpe y Saúl.
Cero movimientos en la capital de
La Rioja , esa
extraña bicefalia logroñesa deberá tirar con lo que tiene para conseguir la
permanencia. Lo mismo puede decirse del Compostela, cuyo mejor fichaje ha sido
la continuidad del “pichichi” Joselu;
el Racing de Ferrol tampoco cambia nada y eso que no dispone de filial para
cubrir posibles bajas en una plantilla corta de efectivos, todo lo contrario
que un Celta “B” que como buen filial acumula muchos jóvenes talentos
alineables y ha sumado tres nuevos.
Cultural y Ourense, dos
equipos que no están al día en el pago de nóminas tampoco han podido,
lógicamente, moverse demasiado. Finalmente Jony abandonó León tras el amago del
verano y de Ourense sale un lateral izquierdo con proyección como Pinillos. Más
importante será la baja de Álvaro Montero
para el Zamora, “deja vu” en tierras zamoranas, perder al delantero de
referencia en enero se está convirtiendo en hábito, el año pasado fue Rubiato,
que precisamente se marchó al ex equipo de Montero, el Alcalá.
El Burgos aplicó la lógica y buscó refuerzos fundamentalmente para los
puestos peor cubiertos, la portería y el lateral izquierdo; otro club que
ejemplifica bastante bien el sentido común es el Guijuelo, que incorpora savia jóven destacando el portugués cedido
por el Depor, Paulo Teles. Finalmente, el tercer equipo con más bajas tras Noja
y Caudal ha sido el Coruxo,
destacando la del talentoso centrocampista Víctor Besada.
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