Pistoletazo de salida al año
futbolístico en el Tartiere con una victoria ajustada del Real Oviedo, que sin
hacer un buen partido controló bastante bien la situación ante un rival que no
asustó demasiado. Horario matinal novedoso motivado por las cabalgatas de Reyes
y caras nuevas en el palco tras la junta del 26 de diciembre, con Jorge
Menéndez Vallina al frente del nuevo consejo compuesto además por Manuel
Paredes y Fernando Corral.
En el campo también algunas
novedades más o menos esperadas, los laterales fueron para Álvaro y Sergio Díaz
y Pardo volvió a ejercer como mediocentro, mientras que Eneko se quedó fuera de
la lista definitiva de 16 junto a David Alba, Sergio Rodríguez y Salva Rivas.
Por parte burgalesa el ex oviedista Pacheta fue el “9” titular ante la ausencia por sanción de
Prats.
Comenzó el choque sin dueño, con
mucho centrocampismo y poca llegada, la primera acción peligrosa la protagonizó
Jon Erice, rematando alto un balón suelto en el área tras la típica dejada de
Cervero post-saque de banda. Los locales despertaron ofensivamente a partir del
cuarto de hora, especialmente gracias a las intervenciones de Susaeta, un
centro suyo que no encontró rematador y un fuerte golpeo del vasco detenido por
Aurreko fueron los lances más destacados antes de que en el minuto 27 llegase
la única opción visitante en la primera mitad, un servicio de Joaqui desde la
derecha que Pacheta desaprovechaba al no medir bien el salto y cabecear
erróneamente.
En el 37 llegó el único gol, la
estrategia volvió a funcionar, Néstor Susaeta ponía perfectamente la pelota en
el área desde la zona izquierda y Diego Cervero ganaba con el cuerpo a su
marcador y cabeceaba a la red. Un gol que permitía llegar al descanso con
cierta tranquilidad, sobre todo a la vista del escaso mordiente mostrado por el
Burgos hasta ese momento.
El Oviedo salió con ganas de
sentenciar en la segunda mitad y un nuevo centro desde la derecha lo cabeceaba
Alain encontrándose con el palo izquierdo al minuto de juego, pero poco a poco
el Burgos fue creciendo y comenzó a llegar con algo más de peligro, para
muestra el lanzamiento alto de Gabri en el 50. Susaeta era el único que parecía
intentar sacar del letargo a los carbayones, un tiro con rosca y un lanzamiento
de falta fueron sus últimos coletazos antes de abandonar el campo, su
aportación contrastó con la discreta mañana de Alain Arroyo, Annunziata y su
relevo Señé. Mientras el Burgos, casi por inercia, seguía tanteando las
inmediaciones de la portería de Orlando, Calderé retrasó a Moke al centro de la
defensa y apostó por el juego físico para tratar de forzar algún balón parado o
bien aprovechar la llegada de alguno de sus centrocampistas, incluido un Galder
Cerrajería que volvía a jugar en el Tartiere y terminó tocado.
Los de Granero no se sintieron
asediados en ningún momento aunque cierta actitud contemplativa en momentos
puntuales puso en duda el resultado; llamémoslo eficacia, practicidad, oficio o
suerte que el rival no estuvo fino, el caso es que los tres valiosos puntos
sirven para recortar distancias con Racing y Guijuelo. Buen inicio de un mes
clave, con partidos teóricamente asequibles (Noja en La Caseta y Tropezón en
casa) y 45 minutos pendientes ante un rival directo como el Ferrol.
FICHA DEL PARTIDO
Domingo, 5 de enero de 2013.
Estadio Carlos Tartiere, 7.375 espectadores, aproximadamente un centenar de
aficionados burgaleses.
Real Oviedo 1.- Orlando Quintana; Álvaro, Javi Hernández, David
Fernández, Sergio Díaz; Erice, Pardo; Susaeta (Héctor Simón ’82), Alain Arroyo
(Sergio García ’77), Annunziata (Señé ’63); Diego Cervero
Burgos 0.- Aurreko; Andrés, Gallardo, Maureta (Sergio Torres ’76),
Dani Guillén; Moke, Cerrajería; Joaqui (Gerica ’71), Gabri, Carralero; Pacheta
(Arkaitz ’71)
Goles: 1-0, Cervero ‘37
Árbitro: Álvaro Moreno Aragón, comité madrileño, amonestó a los
locales Erice, Álvaro y Señé y a los visitantes Cerrajería, Dani Guillén, Moke
y Gallardo.
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